Te explicamos el funcionamiento del aislamiento térmico y te damos tres consejos rápidos para ahorrar en invierno en la factura de la luz

 

Empiezan a bajar las temperaturas y con ello los radiadores y calefactores comienzan a funcionar, aumentando la factura de la luz. Muchas familias intentan ahorrar apagando estos aparatos cuando la casa entra en calor. Sin embargo, el frío vuelve, obligando a poner la calefacción de nuevo y haciendo correr el contador de la luz. ¿A qué se debe esto? La respuesta es clara. La vivienda no dispone de un buen aislamiento térmico. A continuación, te explicamos en que consiste el aislamiento térmico y te damos algunos consejos rápidos para aislar tu casa y ahorrar este invierno.

El aislamiento térmico es una cobertura que tiene tu hogar que impide que entre el frío y se vaya el calor interior y a la inversa en verano, manteniendo la casa fresca aislándola del calor exterior. Un buen aislamiento térmico puede generar un ahorro energético de un 50% en la factura de la luz. Además, puede ayudar a aumentar la certificación energética de nuestra vivienda.

 

Los tres puntos del edificio por donde se escapa principalmente el calor

 

Hay tres puntos críticos en la vivienda para la perdida de calor:  Las ventanas, la cubierta, la fachada y las paredes. Es importante que estas partes estén protegidas por materiales que funcionen bien como aislantes. Estos suelen caracterizarse por tener una velocidad de combustión baja y una alta resistencia térmica que permita conservar la temperatura. Los más utilizados suelen ser las espumas plásticas y las fibras minerales como la lana mineral de arena o la lana de roca. En cuanto a las ventanas, es importante que estén bien selladas para evitar la entrada y salida de aire. Los materiales de estas también deben conducir la temperatura lo menos posible.

Grupo Q, en su compromiso con la sostenibilidad y el ahorro, apuesta por el aislamiento térmico de las viviendas que construye. Para las cubiertas utiliza una capa de poliestireno extruido, una espuma plástica. En las fachadas y paredes se emplean cámaras de aire aislantes, acompañadas de poliuretano proyectado. En cuanto a las ventanas, estas están hechas de PVC, un material no conductor, e incluyen un doble acristalamiento. Este doble acristalamiento consiste en dos hojas de vidrio separadas por una cámara de aire que evita que el frío traspase el cristal.

Gracias a esto, Grupo Q pretende ofrecer el máximo confort térmico de sus viviendas.

Hoy en día, muchas familias no disponen aún de una vivienda correctamente aislada. Por esta razón, os dejamos unos consejos rápidos que pueden parchear la situación y ayudar a mantener el frío fuera de casa.

 

Consejos rápidos para proteger tu vivienda del frío en casa que no dispongas de ningún tipo de aislamiento térmico.

 

  • Sellar las puertas con burletes que impidan la entrada de corrientes de aire
  • Colocar alfombras en el suelo que impidan el paso del frío
  • Cambiar las ventanas por unas más aislantes, con marcos de PVC y doble acristalamiento. Si no es posible, echa las persianas y las cortinas para intentar evitar que el frío traspase el cristal y entre en casa.